Un día después de las PASO y con los datos oficiales, sólo queda analizar la situación. Principalmente la inesperada elección para el oficialismo, que perdió en 17 distritos y sólo ganó en 6.
Las palabras de Alberto Fernández tras reconocer la derrota fueron, “Algo no hemos hecho bien”.
Parece ser que los 113.000 muertos por COVID, el vacunatorio VIP, las fiestas en Olivos y la grave crisis económica por la que atraviesa el país no son motivos suficientes para que el Presidente haga mea culpa y reconozca los errores. Lo más llamativo de la situación fue que el Frente de Todos no se esperaba tal derrota, inclusive varios medios hicieron eco de la demora en la información oficial sobre las elecciones.
En las redes ha estado circulando un cuadro comparativo entre las elecciones 2019 y las 2021, donde se ve la gran diferencia y la decisión del padrón electoral de «castigar» al Gobierno en las urnas.
Según informó la Cámara Nacional Electoral en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) 2021 votó el 67% del padrón, casi 10 puntos menos que en la misma instancia de las elecciones legislativas de 2017. De los números más bajos desde 1983.
El Frente de Todos perdió el domingo a nivel nacional 16,6 puntos y 4,8 millones de votos respecto de lo que obtuvo Alberto Fernández en las primarias de hace dos años. La derrota en la provincia de Buenos Aires frente a Juntos por el Cambio resultó la más resonante: perdió en el distrito gobernado por Axel Kicillof 15,2 puntos, equivalentes a 1.700.000 votos.
La palabra de Martín Lousteau me parece una de las más acertadas sobre lo que se vivió este domingo: ”Hubo un voto castigo al gobierno nacional, de una gran magnitud. Juntos por el Cambio tuvo una validación que en parte es por mérito propio y en parte es por el enojo de la sociedad con el Gobierno”.
Solo queda esperar las medidas que tomará el Gobierno Nacional, el Frente de Todos y Cristina Fernández para poder revertir esta situación de cara a las elecciones generales en noviembre.
Por Tapias Yamila.
